En la policlínica municipal del populoso barrio Punta de Rieles, el pasado 27 de mayo transcurría como cualquier viernes: dedicado a la atención ginecológica de adolescentes y mujeres que cursan un embarazo o acaban de culminarlo. Lo nuevo fue que se aprovechó la ocasión para realizar un taller de salud sexual y reproductiva, y que el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, acompañado por autoridades de salud de la comuna montevideana, entre ellas el director del área, Pablo Anzalone, se acercaron al intercambio entre usuarias y profesionales de la salud.
El Ministerio de Salud Pública, en un comunicado dirigido a la población en el marco de la celebración del Día de Acción por la Salud de las Mujeres, expresó que “Los actos de consejería, la atención gineco-obstétrica, el abordaje a situaciones de violencia doméstica, los abordajes de promoción de las etapas vitales y del climaterio, así como la realización de exámenes de laboratorio, ecografías, radiografías” son modos en que la acción por la salud de las mujeres “se concreta en lo cotidiano”. Sin embargo, agregó, deben enmarcarse según el Programa Integral de Salud de la Mujer del organismo, en “el respeto a los derechos humanos de las mujeres, la equidad de género, el cuidado a la salud y la prevención de enfermedades más complejas”.
A su vez, el comunicado recuerda que “el cuidado y ejercicio de salud sexual y reproductiva son derechos como ciudadana de este país”, y enumera algunas de las prestaciones a las que las mujeres tienen derecho: Papanicolaou, mamografía, controles de embarazo, ser aconsejada en relación a dificultades con la sexualidad personal y /o de pareja, acceso a métodos anticonceptivos, obtención de carné personal de salud, consulta y resolución de problemas de violencia doméstica y sexual, ser aconsejada frente a embarazo no planificado, consultar sobre el climaterio, entre otros. En la policlínica de Punta de Rieles, ubicada en Cno. Maldonado entre Aries y Avda. de los Astros, el ministro de Salud Pública Daniel Olesker puso énfasis en estos aspectos, y agradeció al personal por realizar actividades de promoción y prevención cotidianamente, pues a su juicio es en el primer nivel de atención “en donde se juega la salud de las mujeres en su gran mayoría”.
Servicios en cercanía
Las usuarias se mostraron sorprendidas por la visita del ministro, de la que no habían sido avisadas. Sin embargo, no se sintieron incómodas, lo que se reflejó en las expresiones de algunas de ellas: “¡si hubiésemos sabido le decíamos a más gente!”.
Las usuarias se mostraron sorprendidas por la visita del ministro, de la que no habían sido avisadas. Sin embargo, no se sintieron incómodas, lo que se reflejó en las expresiones de algunas de ellas: “¡si hubiésemos sabido le decíamos a más gente!”.
Lorena Hospital, que esperaba consulta con su hijo de poco menos de un año, contó a La República de las Mujeres que se atiende en la policlínica desde hace 9 años, porque tiene tres niños que nacieron luego del seguimiento del embarazo en el centro asistencial y hoy son controlados por la pediatra del lugar.
“Siempre me han atendido bien –relató- Yo era muy jovencita cuando tuve mi primera nena: tenía 14 años”, y luego del nacimiento los profesionales de la policlínica la fueron a visitar a la casa, ofreciéndole la posibilidad de colocarse el DIU como método anticonceptivo. Después del segundo hijo, y de tener el DIU colocado durante unos 6 años, decidió tener un tercero.
La joven vive “a dos cuadras” del centro asistencial de primer nivel, y considera que atenderse allí es bien distinto a consultar en un hospital o centro asistencial más grande: “Acá venís temprano y sabés que tenés número. Y si no hay, de repente te avisan un día antes por teléfono. Es bárbaro”.
Otra usuaria llamada también Lorena y Sofía viven a dos kilómetros de la policlínica y se atienden allí desde que eran chicas. De hecho, es parte de su rutina cotidiana: “Ahora cuando cumpla 12 tengo que venir a darme la vacuna”, cuenta Sofía.
Lorena, de 18 años, dice que este año empezó a concurrir más seguido, “a hacerme el PAP y esas cosas”. Al igual que otras, considera que atenderse en la policlínica de su barrio es distinto a hacerlo en un centro de salud más grande, pues “acá como viene menos gente, a cada paciente que entra le prestan más atención. Escuchan lo que una quiere, por lo que se viene a atender”.Además “conoces a los médicos, les pedís ayuda”. Y se respeta la autonomía de las adolescentes para entrar solas a la consulta: “De repente una joven que viene a la ginecóloga se anima más a hablar, como entra sola… Si no, los padres te cohíben”, ilustra Lorena.
En otros centros de salud del país se realizaron actividades de promoción y prevención en salud con motivo del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. En el de La Unión, Montevideo, hubo una charla para las usuarias centrada en la realización de estudios como mamografía, Papanicolaou y colposcopía, que incluyó evacuación de dudas y consultas.
En la localidad de Tala, Canelones, desde el centro de salud y hacia la Plaza José Pedro Varela, se realizó una “caminata saludable”, precedida de actividades de promoción de salud en la plaza, dirigidas a personas de todas las edades.
En el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, CNS repartió lentes de aumento a las y los legisladores que pronto discutirán otro proyecto de ley que despenaliza el aborto. La diputada María Elena Laurnaga los probó enseguida, el diputado Julio Bango los analizó primero.
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