Carlos Jáuregui fue uno de los fundadores y primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Se caracterizó por su tenacidad en generar acciones dirigidas al reclamo de igualdad de derechos y de oportunidades para las minorías sexuales. Las políticas de visibilidad y la articulación de frentes contra todas las formas de represión, discriminación y subalternidad constituyeron su modo de intervención política.
Su accionar se caracterizó por su constante promoción de alianzas con otros movimientos sociales, lo que lo acercó al Movimiento al Socialismo (MAS), en el que se abrió una corriente interna minoritaria volcada al análisis de la orientación sexual, llamada “Alternativa Socialista por la Liberación”.
Iniciando los años 90, además de fundar con otros activistas la agrupación Gays por los derechos Civiles (Gays DC) e influido por la constitución de varios colectivos lésbicos que aportaron elementos para nuevos debates, las conversaciones con activistas e intelectuales que vivían en Estados Unidos y pasaban por Buenos
Aires, las Marchas del Orgullo en otras partes del mundo, el arribo de la teoría queer y el encuentro Lésbico-Gay de América Latina en chile, Jáuregui y su grupo se propusieron constituir un espacio más amplio. Eso los llevó a repensar el valor combativo del término Orgullo Gay ya internacionalmente instalado y a valorizar la importancia de las marchas como aglutinadoras del mundo de las diversidades sexuales.
Con la creación del partido Frente por la Democracia avanzada (FDA), la apertura con el feminismo, los derechos humanos y las minorías sexuales, Gay DC no estuvo más solo. La exploración mutua facilitó la permeabilidad política entre una izquierda democrática y los embrionarios impulsores del movimiento de las minorías sexuales.
Esos hechos se insertaron en el marco de una lucha mayor, la de la oposición a las políticas neoliberales alentadas por el gobierno de Carlos Menem, que atrajo un arco importante de organizaciones políticas de izquierda y de centro izquierda, de organismos de derechos humanos, feministas, intelectuales, sindicatos, estudiantes grupos de la diversidad sexual y de lucha contra la violencia policial.
A partir de la primera Marcha del Orgullo Lésbico-Gay en Buenos Aires hacia 1992, se acrecentó aún más el entramado político, al que confluyeron agrupaciones de travestis y transexuales.
La impronta de Carlos Jáuregui está en todos estos primeros pasos para la constitución del espacio Lésbico, Gay, Travesti y Transexual argentino, y esta es la historia que recata la escritora Mabel Bellucci en su libro Orgullo. Carlos Jáuregui, una biografía política”, editado por Emecé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario