“Trajeron vergüenza a nuestra comunidad. ¿Cómo pudieron huir con dos hindúes? Se merecían morir. No tenemos remordimientos”, dijo apenas arrestada por la policía una de las madres que mató a su propia hija sólo porque “como musulmana no debía hacerse casado con un hindú”.
Husna tenía 26 años y Zahida 19. Las dos jóvenes fueron atacadas por sus madres al volver a sus casas, apenas casadas. Volvieron para entenderse con sus familias y hablar sobre el tema de la elección que habían realizado, informó Anil Kumar Kusan, el policía a cargo de la investigación.
Las mujeres arrestadas son musulmanas y decidieron estrangular a sus hijas porque las habían humillado. ¿Cómo? Se casaron con hindúes. Las jóvenes eran vecinas en la localidad de Baghpat, provincia de Uttar Pradesh, en el norte de la India. Se enamoraron de dos obreros de la construcción que eran hindúes.
En la India los matrimonios entre personas de diferentes castas y también de distintas religiones (sobre todo entre musulmanes e hindúes) no son bien vistos. Por lo general, la familia elige al cónyuge dentro del mismo grupo social.
Son conocidos los casos de lapidación de amantes insumisos. Sin embargo, es poco frecuente que las madres maten a sus hijas. “Por afrentar a la familia se merece la muerte”, insisten las arrestadas, que son viudas y hacen declaraciones a la prensa usando el mismo nombre: Khatun, que significa que son de una casta superior.
No se sabe como serán castigadas las dos asesinas. En razón de su pertenencia a una casta superior, es posible que la pena no sea alta.
El Tribunal Supremo de la India trata de luchar contra la plaga de “homicidios por honor”. En una reciente comunicación los jueces manifestaron que “tales prácticas son bárbaras y características del feudalismo”. No obstante, en India mueren alrededor de 900 personas al año asesinadas por esa causa.
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