domingo, 17 de abril de 2011

Otra forma de atender el embarazo y parto

Se inauguró el 1º de abril el Centro de Maternidad Montevideo (CMM ), el primero del país que promueve la atención institucional del embarazo y parto de bajo riesgo en el primer nivel de atención. Se trata de un proyecto
largamente acariciado por las y los integrantes del Instituto Perinatal del Uruguay (IPU), entre las que se encuentran Gilda Vera y Flavia Previtali, hoy directoras técnica y general del CMM respectivamente.

I.P.

 Gilda Vera
El Centro de Maternidad Montevideo, ubicado en Buracayupí 3214 esquina bulevar Artigas, está destinado en principio a usuarias dela Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Banco de Previsión Social y red de policlínicas municipales en principio, aunque pretende ser una alternativa para usuarias tanto públicas como privadas en general y sus familias. Por ahora, sólo puede dar acompañamiento y realizar controles durante el embarazo, mientras espera la habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP) para funcionar también como centro para el nacimiento. La iniciativa del Instituto Perinatal del Uruguay, asociación civil sin fines de lucro fundada hace cinco años con el objetivo de investigar, educar y asistir con calidad en salud perinatal, contó con el apoyo de la organización estadounidense With Woman.
Desde hace un tiempo el IPU se ha dedicado a la preparación de doulas y al acompañamiento de mujeres embarazadas y sus parejas durante el proceso de embarazo, por medio de talleres de preparación para la maternidad y paternidad, en los que participan parteras, doulas, psicólogas y ginecólogos, entre otros profesionales.
OPCION PARA LA MUJER Y SU FAMILIA
El CMM intenta “darle otra opción más a la mujer y su familia” para el proceso de preparación para el nacimiento y el momento del parto, y es un proyecto que estuvo “en nuestras mentes muchos años”, dijo a La República de las Mujeres Gilda Vera, obstetra partera desde hace 40 años y directora técnica de la institución.
La propuesta incluye un abordaje diferente, aunque institucional, de la preparación para la paternidad y maternidad, así como para el trabajo de parto, a través de un equipo interdisciplinario con alta calificación yuna infraestructura de calidad, que brinda seguridad y promueve la incorporación de la familia en el proceso normal del embarazo y el parto. En base a la educación prenatal estarán a disposición técnicas de manejo del
trabajo de parto con hidroterapia, masajes, movimiento  y participación activa de la mujer y su familia. Todo esto, según quienes dirigen el centro, “mejora el vínculo madre-padre-hijo y fortalece las relaciones familiares, colaborando a prevenir problemáticas psicosociales relevantes”.

Vera sostiene que casas de este tipo “existen en muchos lugares del mundo”, sin ir más lejos son muy comunes en Brasil, aunque en Uruguay el CMM sea el primero. Destaca que se trata de una alternativa para quienes cursen un embarazo “100% normal”, lo que se irá viendo en el curso del proceso.
Debe ser así porque el CMM no cuenta en sus instalaciones con elementos que posibiliten la asistencia de alguna dificultad que pueda presentarse. Sin embargo, la partera asegura que “está plenamente aceitado” un mecanismo de traslado por si algo así sucediera.
EL LUGAR DE LAS PARTERAS              
                                                                                          Flavia Previtalli, Directora Gral. 
Vera está convencida, y la propuesta del CMM se asienta sobre esa base, que las mujeres que transitan un proceso de preparación adecuado junto a su pareja o familia “se empoderan y por tanto pueden conducir adecuadamente su parto”, lo que garantiza que el nacimiento sea “natural y positivo”.
A su vez comentó que la aspiración del centro es lograr que todas las usuarias amparadas por el Seguro Nacional de Salud puedan  acceder a la propuesta, aunque quienes están amparadas por medio de un prestador privado deban pagar un bono de unos $100 para los talleres y un arancel un poco mayor para el parto en sí mismo.
                                                                                          
Agrega que el proyecto pretende demostrar “que son las parteras quienes deben acompañar naturalmente el proceso del parto”, con las mujeres como protagonistas, debiendo éstas solo ser derivadas a un centro de segundo nivel de atención (hospital o sanatorio) cuando la situación se complejiza.
El viernes 8 de abril el CMM abrió por primera vez sus puertas a un público que desde que se inauguró “había estado llamando”. Unas veinte mujeres y sus parejas ingresaron  al lugar para conocer la propuesta y sus instalaciones, mientras que el centro “ya está funcionandopara las policlínicas de la zona”.

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