Edición del domingo 3 de abril de 2011
El pasado 29 de marzo culminó el ciclo de mesas de análisis y discusión Marzo color Mujer, organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, que comenzó con el análisis de la situación de la representación femenina en cargos políticos y ejecutivos. Hubo coincidencia en que, ante la lentitud en el reconocimiento del pleno derecho de las mujeres a ocupar lugares de decisión, la cuotificación de cargos es una buena herramienta para avanzar.
El pasado 29 de marzo culminó el ciclo de mesas de análisis y discusión Marzo color Mujer, organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, que comenzó con el análisis de la situación de la representación femenina en cargos políticos y ejecutivos. Hubo coincidencia en que, ante la lentitud en el reconocimiento del pleno derecho de las mujeres a ocupar lugares de decisión, la cuotificación de cargos es una buena herramienta para avanzar.
“Festejaremos cuando el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer) no se conmemore más, porque eso significará que no hay discriminación”. Esta frase, pronunciada por la ex diputada, ex edila y actual asesora cultural del Ministerio de Educación y Cultura, Glenda Rondán, marcó el inicio del ciclo Marzo color Mujer,organizado por esa cartera en el marco del Mesde la Mujer.
Rondán convocó a sus congéneres a “Ocupar los lugares sin pedir permiso, porque nadie los cede”. De paso, y para ejemplificar cómo sedesperdicia el talento femenino en la sociedad uruguaya, recurrió a ejemplos presentes en lasala: la ex diputada nacionalista Beatriz Argimón y la ex intendenta frenteamplista HyaraRodríguez, actualmente sin cargos legislativosni ejecutivos. Presente en la inauguración del ciclo, el ministro Ricardo Erhlich aseguró que “La equidad de género es política y concebirla como espacio ético es disputar por construir un nuevo proyecto de entramado social”.
Aurora Díaz-Ratto, embajadora de España; Susan McDade, representante del sistema de Naciones Unidas enUruguay, la senadora socialista MónicaXavier, Beatriz Argimón, Andea Madalena, titular de la Prosecretaría Nacionalde Políticas de Género del Partido Colorado y Mariella De Marco, quien compitiera por la Intendencia de Montevideopor el Partido Independiente,reunidas en panel abordaron un tema que inflaciona la deuda de la democraciauruguaya para con las mujeres: la representaciónpolítica femenina.
“La profundización de la democracia supone la ampliación de la presencia femenina”, afirmó Diaz-Ratto, recomendandoel sistema de cuotificación. McDade ilustró con datos de la organización que integra: en el sistema ONU, sólo el 28% de los cargos de liderazgo a nivel de países están ocupados por mujeres. A la funcionaria le sorprende que habiendo sido pionero en avances en beneficios de ellas, ahora sean tan pocas en cargos de decisión. “Donde participan mujeres, los resultados tienen más permanencia social” -entre otras cosas porque ellas tienen visión intergeneracional- y “el gasto público rinde más por la diversidad de perspectivas”, lo que lleva a McDade a concluir que al menos se debería entender que se trata de “una
inversión inteligente”.LENTITUDES Y PREJUICIOS
“En 1942 fueron elegidas las cuatro primeras parlamentarias; hoy, siglo XXI, solo el 14% de parlamentarios son mujeres. Algo nos pasa a todos los uruguayos: no puede ser tan lento!”, reflexionó Xavier. En las elecciones de 2014/2015 se aplicará la cuotificación aprobada por ley de 2009: “Se trata de una oportunidad que no hubo antes. Hay que trabajar con mucha grandeza y solidaridad de género, sin empujarse. Es importante llegar a esos lugares para hacer transformaciones y el éxito pasa por estar juntas, para coordinar a través de la Bancada Bicameral Femenina y en redes con las organizaciones sociales, con los sindicatos…”, propuso la senadora.
Beatriz Argimón no tiene problema en reconocer que a ella “le gusta molestar” y que la irritación de los interlocutores la estimula…Hoy es “Honorable Directora” del Partido Nacional, pero su consecuencia en la defensa de la cuotificación le salió cara: no volvió al Palacio Legislativo.
“El Partido Nacional es uno de los más antiguos del mundo, tuvo mucho que ver con la construcción nacional, pero es el que fue más esquivo con los cargos. Hubo más edilas porque no hay sueldo, y aún así en las últimas elecciones accedieron menos que antes”, evaluó la ex legisladora.
En el Partido Nacional tampoco se hablaba de Josefa Oribe. Argimón especula que tal vez “molesta” que figure en los archivos españoles como “insurgente” ya que abandonó al marido en España y se vino a pelear por patria americana. Las blancas pelearon para que se conociera su historia, pero cuando pidieron que su retrato se colgara en la Sala de Sesiones del Honorable Directorio, el único que había fue vetado porque reproducía a la heroína con un seno descubierto; hubo que hacer pintar otro, esta vez con “cuellito alto”…
Entre anécdotas así de ilustrativas, la oratoria de Argimón terminó con una tajante afirmación: “Yo no trabajo para que acceda (a lugares de decisión) cualquier mujer. Trabajo para que lo hagan mujeres con conciencia de género porque son las que cambian la agenda. No pueden llegar solo las que le dicen todo que sí a los líderes”. Esta postura fue rebatida más tarde por la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, basada en su propia experiencia.
Andrea Madalena cree que es conveniente promover el recambio generacional y percibe que el Partido Colorado está experimentando un proceso de renovación. A su juicio, “hay algunas fisuras en su estructura tan patriarcal que se pueden aprovechar”, y para eso la Prosecretaría Nacional de Políticas de Género a su cargo está tejiendo estrategias. “Hay campo sembrado por mujeres como Glenda (Rondán) y no queremos desmerecer lo que se hizo antes, sino profundizarlo”, explicó, advirtiendo que para ella una herramienta fundamental a retomar es la Red de Mujeres Políticas. Desde 2010, representantes de todos los partidos, actuando conjuntamente, vienen realizando talleres a lo largo y ancho del país, en los que entre otras cosas se trata de concientizar a las mujeres de la necesidad de la cuotificación que, si bien es una herramienta de uso transitorio, no puede cosechar resultados aceptables si se aplica solamente en un período eleccionario como
está previsto en la ley aprobada en 2009.“En el sistema político, la capacidad y la formación importan poco y no hay reglas objetivas para la competencia en las listas electorales”, sentenció Mariella De Marco. “Si se tratara de jugar al fútbol no se prescindiría de lo valioso, pero los partidos lo hacen con las mujeres. Muchas se van, porque es difícil aguantar…”, agregó.
INTENDENTA OLIVERA: HAY QUE TRABAJAR CON TODAS LAS MUJERESA la intendenta de Montevideo Ana Olivera no le gusta hablar de carrera política: ella cree que se puede transformar la sociedad desde el lugar en que se esté.
Reconoce que cuando fue elegida para gobernar la ciudad capital –“casi como ser presidenta” acotó Rondán en alusión a que su universo poblacional es la mitad del país- tenía el compromiso íntimo de contar un gabinete equitativo: 50% hombres, 50% mujeres. Pero se encontró con que los sectores frenteamplistas no presentaban mujeres para integrar el equipo gubernamental. Al frente de direcciones de departamento y de división, las mujeres alcanzan un 33% que llega al 42% si se suman las secretarías. A muchas las propuso la propia intendenta, incluso en áreas muy masculinizadas como la presupuestal, fiscal, recaudación, vialidad.
En el período anterior, cuando Olivera se desempeñaba como subsecretaria del Ministerio de Desarrollo Social, las cosas resultaron más fáciles: “Allí había muchas más mujeres, porque los sectores las vieron en su rol natural”.
“Hemos demostrado que no hay tarea en la que no existan mujeres desarrollándola. Hay muchas en la construcción, hay afiliadas al Sunca… Para muchas tareas es más habilidosa la mujer, lo reconocen los integrantes de la Cámara de la Construcción…”. “Nosotras tenemos miradas diferentes, complementarias sobre los temas. Hay que construir lo colectivo y tenemos capacidad para eso, para distribuir el juego, para armar equipo”, se entusiasma Olivera.
En lo que discrepa, particularmente con Beatriz Argimón, es en que se promueva para ocupar cargos solamente a las mujeres que tienen perspectiva de género. “Hay que trabajar también con las que no la visualizan” porque pueden ir aprendiendo en el camino, propone, colocándose a sí misma como ejemplo: “Yo
durante mucho tiempo no tuve perspectiva de género”.
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