Edición del domingo 3 de abril de 2011
La Casa de la Mujer de la Unión, organización no gubernamental con más de 20 años de trayectoria en atención de mujeres en situación de violencia doméstica, acaba de presentar los resultados del primer año de trabajo con adolescentes de liceos públicos. El proyecto “Me gustás más cuando…”, que contó con el apoyo de Unifem y se extenderá un año más, busca prevenir la violencia en las primeras relaciones amorosas, motivando la reflexión sobre loque pasa, lo que se desea que pase y cómo pueden transformarse los vínculos eliminando mitos, prejuicios y conductas adquiridas.
Tras identificar la adolescencia como una etapa propicia para sensibilizar acerca de las relaciones entre mujeres y varones, desde 1996 la Casa de la Mujer de la Unión comenzó a instrumentar propuestas para integrantes de esa franja etaria provenientes de sectores vulnerables.
Con la experiencia de que a sus servicios de asesoramiento psicosocial, legal y grupos de autoayuda llegan chicas cada vez más jóvenes con problemas de violencia en la pareja, se propuso generar un proyecto de prevención dirigido especialmente a adolescentes y jóvenes, bajo el lema “Me gustás más cuando…”, que fue apoyado por Unifem y suscitó el interés del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual y Unete del Programa de Población y Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD).
Parte de una estrategia que incluye sensibilización sobre la violencia de género en relaciones amorosas durante elnoviazgo, eliminación de mitosy prejuicios vinculados a ella y desarrollode habilidades para detectar el comienzo deun control exagerado por parte de la pareja,mostrando pautas de actuación que permitanmanejar los conflictos previniendo las agresiones.
El primer paso fue un personaje adolescente mujer representativo de la media de esa población, que protagonizara diferentes situacionesdesde coloridos afiches. Para evaluarla adecuación de la propuesta a sus objetivos,los contenidos fueron testeados con grupos delEspacio Joven de Villa Española y Arrimáte de Toledo.
En un primer taller se indagó sobre la forma en que viven sus relaciones las y los adolescentes, qué tipo de situaciones perciben como causantes de daño y qué les gustaría cambiar. Algunas de las respuestas recogidas fueron: “Si en mi celular tengo a Juan en la agenda, le pongo Juana para que no se enoje”, “Yo hago lo que quiero, él no me va a mandar, pero si tengo pareja no me pongo una pollera para no regalarme”, “Yo no me dejo, si me zincha del pelo yo lo araño”, “A los hombres también nos tratan mal”, “El no me fuerza, pero a veces tengo relaciones para que no se enoje”, “Nos revisamos el celular porque podemos confiar entre nosotros”, “Ver a parejas darse patadas es algo normal”.
Confrontadas esas realidades con las formas en que deseaban ser tratados chicas y chicos, apareció que el buen trato pasaba entreotras cosas por hablarse “cariñosamente,sincero, con la verdad” , mirarse “a los ojoscon dulzura”, compartir “todo lo que hago”, “seguir la relación sin peleas”, reflexionar “ juntos la situación o problema que haya entrenosotros”, fomentarse “terminar los estudios”.
RESULTADOS EN LICEOS PUBLICOS
A partir de esos insumos, se identificaron las situaciones de violencia más comunes, se rediseñaron los contenidos y comenzó el trabajo en establecimientos educativos. Se ofrecieron y entregaron afiches y folletos a 70 liceos públicos, se realizaron talleres en 16 grupos de los mismos, se trabajó con docentes de cuatro liceos y también se hicieron talleres para cuatro proyectos de diferentes organizaciones.
La evaluación de estas actividades arrojó que las mujeres duplican a los varones en el reconocimiento de la violencia en noviazgos adolescentes, pero todavía cerca de la mitad duda al respecto. Mayoritariamente, mujeresy varones están de acuerdo en que esa violencia no sólo se expresa con golpes. Pese a que la mayoría de ambosrechaza la idea de que cuandoun hombre insulta a una mujer debe ser porque esta lo provocó, queda un 6% de varones y un 3% de mujeres que continúa creyéndolo. El 76% de ellas y el 60% de ellos consideran que en las relaciones sexuales se puede avanzar solo hasta donde ambos quieran. Para la mayoría de los dos sexos revisar los mensajes delcelular para saber en qué anda la pareja está mal.
El 55% de las mujeres y el 68% de los varones rechazan que estos últimos sean violentos por naturaleza. El 56% de las primeras no está de acuerdo en que el novio tenga derecho a decirle cómo vestirse, conducta que sólo cuestiona el 35% de ellos, pero más de un 20% de ambos todavía admite esa conducta como un derecho masculino.
El 63% de las mujeres y el 51% de los varones muestra desacuerdo con que dejar todo para estar con el otro exprese que se ama más, no obstante un 16% de ellos y un 7% de ellas así lo cree.
Algunas de las dificultades enfrentadas durante el trabajo fueron la resistencia de los equipos docentes a reuniones fuera de su horario de trabajo, la reproducción de prejuicios y mitos sobre violencia de génerodentro y fuera de las aulas, la responsabilidad de la violencia depositada sólo en los jóvenes, poca capacidad de autorreflexión y análisissobre las propias conductas.
Como positivo, la Casa de la Mujer de la Unión marca que el material repartido a los liceos se exhibió y repartió en el 100% de ellos, los equipos de dirección mostraron interés e involucramiento, las y los jóvenes participaron activamente y mostraron interés por continuar la línea de trabajo.
Las líneas de continuidad apuntan a transversalizar la perspectiva de género en todas las propuestas curriculares, profundizar la capacitación en género y violencia de las y los docentes, y fomentar la participación de jóvenes en procesos de eliminación de violencia a través de promotores y líderes juveniles.
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