“El tío fenomenal (…y otros cuentos familieros)”, es otro título que suma a la buena literatura infantil. Escrito por Lía Schenck, colaboradora de La República de las Mujeres desde sus albores, cuenta con ilustraciones de Oscar Scotellaro y fue editado por Fin de Siglo.
Sebastián Pedrozo
La prolífica autora Lía Schenck, nacida en el departamento de Colonia, nos ha demostrado que la literatura infantil goza de buena salud, que sigue un camino a paso firme y no parece detenerse. En sus libros, tanto los dedicados al público infantil como al adulto, quienes leen advierten el tono ameno y profundo, que simultáneamente teje un entramado potente, que hace las veces de colchón, donde las historias -en el caso de la narrativanos llevan de la mano a un viaje placentero, sutil. Seremos, entonces, partícipes de una aventura que fluye naturalmente, nada es artificial, impuesto. Solo queda disfrutar. No hay sobresaltos, ya que Schenck sabe de climas y tensiones.
En el caso de “El tío fenomenal (… y otros cuentos familieros)”, los personajes son presentados desde un lugar maduro. Lectoras y lectores infantiles son tratados como seres pensantes nada es predigerido, definitivo; cada uno rellenará los espacios como pueda o quiera. Es decir, se nos cuentan buenas historias, nada más y nada menos. Se trata de relatos divertidos, con la mirada humorística y, a veces, desde el punto de vista del niño/a, lo cual siempre significa un reto importante para un escritor, agregándole esto último una profundidad que se valora positivamente desde lo literario. Quien lee es cuestionado directamente por la narradora, es decir, tomado como un ser pensante, capaz de discernir entre un texto que le habla directamente, sin concesiones u otro donde se lo subestima.
En el caso de “El tío fenomenal (… y otros cuentos familieros)”, los personajes son presentados desde un lugar maduro. Lectoras y lectores infantiles son tratados como seres pensantes nada es predigerido, definitivo; cada uno rellenará los espacios como pueda o quiera. Es decir, se nos cuentan buenas historias, nada más y nada menos. Se trata de relatos divertidos, con la mirada humorística y, a veces, desde el punto de vista del niño/a, lo cual siempre significa un reto importante para un escritor, agregándole esto último una profundidad que se valora positivamente desde lo literario. Quien lee es cuestionado directamente por la narradora, es decir, tomado como un ser pensante, capaz de discernir entre un texto que le habla directamente, sin concesiones u otro donde se lo subestima.
Pero Schenck -que es docente, tallerista, entre otras actividades que desempeña habitualmente-, mantiene intacto su interés por la creación sustantiva hacia los más chicos. Asimismo, maneja un lenguaje, adecuado, efectivo. Está cerca de sus potenciales lectores.
Su literatura nace del amor por la literatura, en general y, en definitiva, por su propio proceso creativo.
No es novedad que la editorial Fin de Siglo haya ampliado notoriamente su catálogo -y formatos- de un tiempo a esta parte.“El tío fenomenal (… y otros cuentos familieros)” se ve favorecido por un diseño original. Más allá de tratarse de un libro álbum, siempre bienvenido por los más chicos, ya desde el índice advertimos que las siempre correctas ilustraciones de Oscar Scotellaro nos adelantan lo más jugosos de las historias, una especie de tráiler de cada relato.
Esto puede resultar una buena idea. Ya lo dirán lectoras y lectores. Pero, al menos, renueva el panorama de diseño, otorgándole frescura y una luminosidad que ayuda a abrir el libro y explorarlo. Los relatos que integran lo integran tienen un hilo conductor claro, el humor costumbrista y guiños tanto para adultos como para niños/as. Habla claro y de las problemáticas que nos encontramos en las escuelas y barrios, en las familias comunes –si es que las hay- y las no tanto, en las casas alocadas y en las más tranquilas. Todos estamos representados en cada uno de los textos. Por lo tanto, veremos personajes que posiblemente conozcamos, que nos crucemos por la calle, en la parada del ómnibus, en la fila del súper.
El cuento que le da el título al libro se ve reflejado esto. Claramente: un tío estresado que trata de ordenar su vida, aunque esto implique expulsar a su novia de la casa y encerrase lejos de todos. Pues bien, será la mirada infantil la que aporte la sensibilidad para rescatarlo de la vorágine de su rutina laboral y afectiva. En el camino habrá risas, y enredos.
Brillante relato, plagado de humor y sensibilidad. Este es el tono del libro, de la pluma de la autora, que una vez más demuestra que la literatura infantil tiene una misión noble y simple: divertirnos, una sana costumbre. Y, a la vez, nos dice que la buena literatura infantil va más allá, en el camino del entretenimiento; si nos cruzamos con la reflexión y la solidaridad, mucho mejor.
Noticias de la autora
Lía Schenck nació en Juan Lacaze y vive en Montevideo. Es docente, periodista, psicóloga social. Autora de
“Valentina de más”, “Historias de Pueblo Chico” (Premio Bartolomé Hidalgo 2008 y Premio Nacional de Literatura Infantil 2009), “Timotea se va de viaje” (premiado por el Ministerio de Educación y Cultura –Fondos Concursables 2008), “Hay que salvar a Renato”, “Pueblo Chico se agranda”, entre otras obras. También escribe literatura infantil para Argentina y para adultos en Uruguay y España.
Lía Schenck nació en Juan Lacaze y vive en Montevideo. Es docente, periodista, psicóloga social. Autora de
“Valentina de más”, “Historias de Pueblo Chico” (Premio Bartolomé Hidalgo 2008 y Premio Nacional de Literatura Infantil 2009), “Timotea se va de viaje” (premiado por el Ministerio de Educación y Cultura –Fondos Concursables 2008), “Hay que salvar a Renato”, “Pueblo Chico se agranda”, entre otras obras. También escribe literatura infantil para Argentina y para adultos en Uruguay y España.
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