La cita fue en su flamante despacho de la calle Germán Barbato donde, por supuesto, no faltan las brujas inspiradoras que la acompañan desde siempre en el periplo de su chispeante trayectoria política. La actual asesora y coordinadora en género del Ministerio de Educación y Cultura trabajó muchos años como edila en la Junta Departamental de Montevideo y fue diputada en una legislatura que inauguró la entonces novedosa Bancada Femenina parlamentaria. Batllista, feminista, polémica, fijó posiciones en diálogo extenso con La República de las Mujeres.
KARINA THOVE
De acuerdo a la Ley 18.104 del año 2007, todos los organismos públicos tienen que contar con asesoramiento y coordinación en materia de género en las políticas públicas que implementen. El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) creó una comisión especializada en género cuya actual coordinadora es Glenda Rondán, quien se define como “la asesora directa del ministro en temas de género”. Su relación con el actual titular de la cartera, el exintendente Ricardo Ehrlich, viene de los años en que compartieron el gobierno departamental. “Tenemos una relación muy estrecha”, asegura Rondán.
Plan de acción desde el mec
Como coordinadora, por un lado trabaja con la Comisión de Género del ministerio y por otro coordina hacia fuera: puntualmente está muy conectada con el Ministerio de Relaciones Exteriores, con el de Desarrollo Social y con el de Salud Pública, “porque yo entré con la idea de coordinar” aclara con convicción.
“Lo primero que voy a hacer ahora es una capacitación de mandos medios, porque si a los mandos medios no le entran los temas de género difícilmente los subalternos los van a entender. Va a ser mucho más fácil pelear y lograr cosas con jefes y directores que por lo menos tengan una idea de algo”, anuncia. También está pensando en “ir a capacitar a las mujeres al interior, donde tenemos todos los Centros MEC del país”. “Vamos a tener desagregada por sexo y por cargos la cantidad de funcionarios del ministerio y vamos a exhortar a que todas las funcionarias se hagan los controles de Papanicolaou y mamografía”, explica Rondán quien en su momento (año 2000) fue una de las diputadas que impulsó la ley que da un día de licencia para hacerse esos exámenes. “Tengo la sospecha que todavía son muy pocas las mujeres que se los hacen –añade- La salud mental también me preocupa, por eso el año que viene vamos a abordarlo. Sabemos que Uruguay tiene uno de los índices más altos de suicidio; en el caso de las mujeres muchas veces lo intentan las que están embarazadas, entonces esto está íntimamente ligado con la despenalización del aborto”, sostiene quien siempre ha sido una abanderada en este tema.
En el marco de las actividades que se vienen desarrollando por el Bicentenario, bajo su coordinación se harán algunas con la consigna “200 años color mujer”. Una de ellas, que se organiza conjuntamente con la Intendencia de Montevideo, es sobre los 200 años del carnaval y el papel de las mujeres en esta manifestación cultural; otra, con el MSP, tiene que ver con los 200 años de diagnóstico, investigación, prevención y atención del cáncer en la mujer; habrá un encuentro coordinado con el MRE de escritoras latinoamericanas contemporáneas. “Vamos a hacer una obra de teatro que se va a llamar `También hicimos patria`, evocando a muchas y muy diversas mujeres que representan estos 200 años del bicentenario” dice entusiasmada y nos adelanta: “Yo haré de Alba Roballo”.
Qué es ser batllista
De larga trayectoria y militancia dentro del Partido Colorado, la familia de Glenda Rondán estuvo siempre vinculada a la política. “La historia de mi familia es un poco divertida por parte de padre, porque mi abuelo fue coronel de Aparicio Saravia pero mi papá era batllista y militó desde muy joven en Treinta y Tres. Mi mamá era una escritora de espíritu muy libre, aunque en su juventud era muy católica y le dio su voto a la Unión Cívica”, relata.
“Hay mucha gente que dice que ser batllista es ser socialista y están cerca, pero no”, comienza a explicar la mujer política al pedirle una definición del batllismo: “Tiene muchas patas. Yo destaco, en primer lugar, el humanismo porque es el respeto a los derechos humanos y a la gente. Hay muchos que creen que para Batlle y Ordóñez fue muy importante el ferrocarril, pero están muy equivocados porque lo que más le importaba era la gente para quien hacía todas esas cosas, la ley de 8 horas, la ley de la silla, la universidad de mujeres que hoy se siente como que era una cosa sectaria, pero en aquel momento era muy necesaria para que las mujeres pudieran estudiar.
El liberalismo, no económico sino político, Batlle y Ordóñez hizo un partido grande, porque tenía un espíritu muy liberal y libertario. Hay una cosa a la que quizás la gente no le de mucha importancia, pero para mi es muy destacable: cómo amó a su mujer y como se metió en el alma de las mujeres, porque si tu lees lo que escribía bajo el seudónimo `Laura´ eso queda clarísimo”, explica Rondán.
Batlle y Ordóñez, Luis Batlle -a quien conoció en persona-, Grauert, Brum, Domingo Arena, son parte de sus referentes ideológicos “fundamentales”. Sin embargo, hoy en día ese batllismo no lo encuentra muy presente en el Partido Colorado. “La elección que gana el doctor Tabaré Vázquez (2005) fue con los votos
de los batllistas, yo no te puedo decir exactamente a qué sectores votaron dentro del Frente, pero esto es así”, afirma categórica.
“Yo ya no estaba cómoda –era miembro del Ejecutivo Nacional del partido- Las mujeres planteamos el tema de la cuotificación para todo y perdimos por 8 votos. Lamentablemente, uno de esos votos fue de una mujer, porque no solo los varones son machistas: las mujeres que son machistas son mucho peores”, opina. “Después, cuando se arma el programa común del partido, no hay una sola línea sobre el tema mujer, cuando toda la vida tuvo un capítulo. Si tú no tienes nada escrito, ¿cómo vas a reclamar después que esas cosas se cumplan? Yo siempre he estado a favor de la despenalización del aborto y estoy en contra de la baja de imputabilidad”, enumera para explicar la difícil decisión que tomó en el año 2009 de alejarse de su partido de toda la vida y anunciar públicamente que votaría a José Mujica en el balotaje. Pero aclara: “Este cargo (en el MEC) es honorario, yo no le pedí nada a Pepe ni él me ofreció nada tampoco, lo hice por convicción”.
Florear y concertar
Para Rondán no hay dudas que las mujeres y los jóvenes son discriminados en la política: no están, no aparecen y no se les da lugar para que ocupen puestos de poder y de decisiones. “Pero antes era mucho peor que ahora porque el solo hecho de ser mujer significaba que vos ibas para poner las florcitas y las banderas en el comité y llevar la comida”, asegura. “Te estoy hablando de cuando yo empecé, de la década del 50 y del 60, cuando no se hablaba de género ni nada de eso. Yo reconozco que tengo un carácter fuerte, hablé por primera vez en un acto con una agrupación de jóvenes cuando yo tenía 15 años. Fui la única mujer en hablar; no sé, capaz que fue para quedar bien, pero yo siempre he logrado imponerme y pelear por mi lugar”, aclara.
La ex edila y ex diputada recuerda la etapa de la dictadura como la época en que los distintos grupos de militancia clandestina que había “empezamos a recibir información sobre los temas de género. Nos llegaba por distintas vías, nos mandaban materiales desde el exterior que a nadie le parecían `subversivos´”, cuenta con ironía. Rondán formó parte de la Concertación de Mujeres de la Conapro) en la reapertura democrática. “Era la alterna de Adela Reta” y ese momento de reunión y puntos de encuentro entre todas las mujeres de los diversos partidos políticos y de la sociedad civil, fue el germen de “la formación de la Red de Mujeres Políticas y, cuando llegamos al Parlamento, de la Bancada Femenina”, reconoce.
Sin la cuota, nada
Consultada respecto a cómo ve la aplicación de la ley de cuotas en el 2014/2015, empieza recordando una reflexión de la ex diputada Beatriz Argimón: “La ley la pusieron para el 2014 porque en el 2012, según el calendario maya, se acaba el mundo”, ironiza. “Lo que pasa que no tiene que ir cualquier mujer sino mujeres que tengan conciencia de género, porque sino es lo mismo que si allí estuviera sentado un hombre”, sostiene Rondán, a la vez que admite que para ella también es una gran interrogante saber qué pasará en esa instancia.
Según Rondán uno de los temas más difíciles para las mujeres es a la hora de confeccionar las listas, donde muchas veces prima “el dedazo” y los favoritismos de todo tipo, más que la cantidad de votos que cada uno/a saca. “Con la cuotificación en las internas yo, en mi agrupación, donde tenía más mujeres que hombres, tuve que cuotificar hombres y tuve que poner hombres que eran menos merecedores que otras mujeres de estar ahí, o sea que no se habla de cuotificar para mujeres sino que la ley dice que no puede haber tres del mismo sexo”, define y recuerda: “En un programa de radio, donde estábamos con la senadora
Mónica Xavier, la diputada Verónica Alonso, contraria a la cuota y yo, yo decía: `Acá hay un problema: si no hay cuotificación ¿cómo hacemos las mujeres para hacer campaña?´ Y Alonso me contesta: `Mi marido vendió una casa´. ¡Ah bueno! Pero yo no tengo un marido que venda una casa y me de 100.000 dólares para hacer una campaña; entonces queda reducido a que solamente esté la gente que tiene dinero y eso no es justo”, opina.
“Yo fui 15 años legisladora (edila y diputada) sin ninguna cuota y cada mujer sabe como llegó adonde llegó. Pero cuando pensamos en la cuota estamos pensando en todas las mujeres, porque si no es como nos dijo Botinelli ya hace algunos años: habrá un tercio de mujeres en el 2070, o sea que ni siquiera mi nieta que tiene 15 años va a llegar a ser diputada”, recalca.
La etapa en que, junto a Margarita Percovich (FA) y Beatriz Argimón (PN) llegan al Parlamento e impulsan la Bancada Femenina es para Rondán uno de sus mayores logros.
“Nos veían a las tres como una unidad y así deberían ser los gobiernos, porque nosotras no perdíamos el tiempo discutiendo de cosas en las que no nos íbamos a poner de acuerdo”, destaca. “Nosotras hicimos muchas cosas como la ley de violencia doméstica, la ley de acompañamiento en el parto, impulsamos un premio a la publicidad no sexista, nos reunimos con el Codicen por el tema de la educación sexual y de los manuales de texto que seguían diciendo `papá trabaja´, `mamá amasa la masa´”, enumera rápidamente.
“No sé, yo espero que la cuotificación traiga más mujeres al Parlamento y que le de un mayor impulso a la ahora Bancada Bicameral Femenina”.
“No es fácil trabajar en temas de género en ningún lado, pero en el interior todo resulta más difícil para las
mujeres”.
“Yo considero que en el Partido Colorado aún quedan batllistas, pero no son mayoría porque el partido se derechizó y yo no soy de derecha”. “Un taxista me contó que su señora falleció de cáncer de mama y yo le pregunté porqué, si se había hecho los controles. `Bueno, como era el cumpleaños de 15 de la hija no se quiso operar´, esperó y fue letal. Eso es no cuidarnos por cuidar a los demás y ¡es ignorancia!”.